
Un 5 de agosto de 1967, se publica el primer álbum de la banda britanica Pink Floyd llamado »The Piper At The Gates Of Dawn». Este disco está considerado como uno de los primeros en explorar el rock psicodélico, junto con Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles, que fue grabado casi al mismo tiempo. Se le considera uno de los LP más influyentes de la escena del rock psicodélico del momento y lo que siguió.
Syd Barrett fue el compositor principal de la mayoría de los temas, pero los aportes de cada integrante de la banda fueron fundamentales. El álbum contiene letras caprichosas sobre el espacio, gatos, espantapájaros, gnomos, bicicletas y cuentos de hadas, acompañadas con secciones de música psicodélica de matices variados basados en blues, folk galés, lullabies (música clásica infantil inglesa) y experimentación sonica. El título del LP proviene de uno de los capítulos de un libro que Barrett leía de joven: The Wind In The Willows (El viento en los sauces), de Kenneth Grahame, en el que los personajes Rata y Topo se encuentran con el dios Pan, que representa la poderosa fuerza de la naturaleza, y que ayuda a los animales a encontrar una nutria perdida. En este álbum se aprecia el gusto de Barrett por las letras basadas en asociaciones mentales espontáneas, algo así como un viaje psicotrópico.

El disco cuenta con 11 canciones que van desde «Astronomy Domine», la cual habla del espacio sideral que nos rodea y su inmensidad («Jupiter and Saturn, Oberon, Miranda and Titania, Neptune, Titan, stars can frighten«) a canciones sobre gnomos («Me gustaría contarte una historia // Sobre un hombre pequeño, si puedo // Un gnomo llamado Grimble Gromble«), pasando por todo un mundo en tan solo un LP.
Y ya que estoy, me gustaría decir, simplemente, que todo momento es bueno para escuchar Pink Floyd